Ubicada frente el rio Júcar, esta vivienda de nueva construcción redefine la relación entre arquitectura y entorno a través de un enfoque que prioriza la luz natural, los materiales nobles y la integración con la naturaleza.

Desde su concepción, el proyecto se articuló en torno a la armonía entre los volúmenes puros y la calidez de los materiales, estableciendo un equilibrio entre modernidad y atemporalidad. La estructura principal de hormigón visto combina con detalles en madera natural, generando un contraste entre la solidez del material pétreo y la calidez orgánica de la madera. La fachada, marcada por líneas limpias y aberturas estratégicas, permite un juego de luces y sombras a lo largo del día, otorgando dinamismo y profundidad a los espacios.

El interior se abre a la luz gracias a grandes ventanales que enmarcan el paisaje circundante, potenciando la conexión con el exterior. La materialidad sigue un lenguaje sobrio y elegante: suelos de piedra natural, revestimientos en madera y superficies continuas en tonos neutros que reflejan la luz y amplifican la sensación de amplitud. Elementos como patios interiores y lucernarios potencian la ventilación cruzada y la entrada de luz cenital, minimizando la necesidad de iluminación artificial y promoviendo el confort térmico.

El patio interior de la vivienda se concibe como un refugio privado que equilibra geometría, materialidad y luz, potenciando la relación entre la arquitectura y el paisaje doméstico. Definido por un muro de piedra caliza en tonos cálidos, contrasta con las fachadas blancas y el pavimento neutro. La piscina, de diseño minimalista, refleja el entorno y aporta frescura, mientras que el suelo combina césped natural, losas cerámicas y porcelánico gris para diferenciar áreas. Esta no solo es una vivienda, sino una experiencia sensorial donde la luz, la textura y los elementos naturales dialogan en perfecta sintonía, ofreciendo un refugio contemporáneo que respira al ritmo del entorno.

Localización

Fortaleny

Category
Obra Nueva